Las víctimas primero
"…en este siglo, millones de niños, mujeres y hombres han sido víctimas de atrocidades que desafían la imaginación y conmueven profundamente la conciencia de la humanidad” - preámbulo del Estatuto de Roma.
Las víctimas de los crímenes más graves son el principal motivo de la existencia de la CPI. El Estatuto de Roma empodera a las víctimas de crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio para llevar a sus victimarios ante la justicia y vivir con esperanza, dignidad y respeto.
La creación de un sistema de justicia retributiva y reparadora que reconozca a las víctimas como sus principales beneficiarias se debe en gran parte a los constantes esfuerzos de las organizaciones de la sociedad civil durante la conferencia de Roma en 1998. En los últimos años, sin embargo, el énfasis reparador del sistema se ha visto socavado por limitaciones financieras y políticas.