Conseguir una cooperación plena con Georgia será uno de los desafíos para la CPI
La investigación de la CPI en Georgia es la primera investigación en Europa. Ha pasado más de un año desde que la Sala de Cuestiones Preliminares de la CPI autorizó esta investigación. ¿Cuáles cree que son los desafíos y riesgos presentes en esta investigación?
Hay varios desafíos en esta investigación. Georgia es un nuevo país para la CPI, el primero fuera de África. Y sabemos por las experiencias previas en África que es muy difícil investigar crímenes que presuntamente tuvieron lugar hace tiempo. Dependemos de conseguir buenos testigos y testimonios, lo que necesita especialmente de la implicación de la sociedad civil para llegar a conocer el contexto en el que se produjeron, para conocer las pautas de los crímenes, etc. Como sabemos también, hay una cierta tensión política alrededor de la investigación. No sólo depende de la negativa actitud de Rusia sino también de conseguir que Georgia se comprometa de forma plena con la investigación, ya que esto es esencial. Quizás también exista un desafío a la hora de informar a la gente qué es la CPI y qué está haciendo.
Como bien ha apuntado, uno de los desafíos de esta investigación podría ser la cooperación plena por parte del gobierno georgiano. El gobierno georgiano hizo varias declaraciones públicas comprometiéndose a colaborar con la CPI. Sin embargo, no sabemos cómo se llevará a la práctica esta colaboración y complementaridad. ¿Cómo ve la cooperación y qué desafíos existen?
El hecho de que la CPI decidiese investigar ya es un indicativo del fracaso de la cooperación completa de Georgia. En cierta manera, y como el sistema sigue el principio de complementariedad, la CPI ha entendido que no hay una investigación auténtica ni expectativas reales del enjuiciamiento de estos hechos. Esto podría no ser bien entendido por las autoridades georgianas y por ello podría constituir un desafío para mantener buenas relaciones con las mismas. En segundo lugar, por supuesto la CPI podría temer que las autoridades georgianas pretendan señalar a determinados sospechosos o crímenes específicos. La CPI quiere ser independiente. Tiene que ser percibida como un órgano independiente así que tienen que guardar una cierta distancia con el gobierno georgiano. Pero confiarán en lo que obtengan del gobierno georgiano en materia de crímenes, víctimas y testigos. En realidad, es una relación compleja la que tienen que mantener con las autoridades georgianas. En mi opinión, algunas soluciones pueden provenir de las posibles relaciones que la CPI establezca con la sociedad civil implicada que se ha mostrado muy activa en la conservación de las escenas de los crímenes de guerra.
Otro problema presente en este caso es que Rusia se niega a cooperar con la CPI. Los representantes oficiales declararon en numerosas ocasiones que Rusia rechaza cualquier tipo de cooperación con la CPI. Esto puede crear problemas para llevar a cabo una investigación imparcial e inclusiva. ¿Qué recomendaría en este caso y cree que existen otras formas alternativas para la CPI en la recolección de pruebas?
No es nuevo para la CPI que los Estados se nieguen a cooperar. Así que creo que debe contar con planes alternativos para obtener la información que necesita. Como sabemos, este tipo de casos dependen en gran medida de los testigos y la CPI encontrará a testigos que puedan relatar los crímenes cometidos por parte de las fuerzas armadas rusas o grupos armados protegidos por los rusos. Creo además que será un caso en que los Estados europeos deberán mostrar su apoyo a la CPI de forma efectiva y práctica. Puede haber otros países que tengan información o al menos apoyar a la actividad de la Corte sobre el terreno. La UE también puede desempeñar un papel importante, tanto político como moral. Los países cuyos servicios de inteligencia tengan información deben también aportarla.
Cuando un país declara oficialmente que rechaza cooperar con la CPI no es una señal de fuerza. En cierta manera es equiparable a admitir que temen la transparencia en materia de crímenes de guerra. A nivel político y moral es el Estado el que pierde credibilidad.
El gobierno georgiano es bastante reticente a la hora de suministrar información sobre la investigación. También se muestra reticente con los medios de comunicación y periodistas en todo lo relativo a la investigación tanto a nivel nacional como a nivel de la CPI. ¿Qué recomendaciones sugerirías para hacer que el gobierno georgiano pueda abrirse y cooperar?
Creo que el gobierno georgiano debería no sólo declarar que cooperará con la Corte sino que debería en la práctica cooperar de forma plena con la investigación. Deberían darse cuenta que se trata de una cuestión de justicia y se corresponde con interés del futuro del país porque la impunidad por crímenes graves ha sido lo normal en estos últimos años y es hora de que cambie. La investigación de la CPI podría ser el catalizador de este cambio en Georgia y en la región. Así que mi única recomendación es para el gobierno: si te comprometes a cooperar, coopera.
¿Con respecto a la información de las víctimas y del público en general, tiene alguna recomendación?
Las víctimas, quizás ya conocedoras de las organizaciones de sociedad civil activas en la esfera de los derechos humanos, deberían darse cuenta que son clave para el éxito de la investigación de la CPI. Son los que han sufrido y los que conocen lo ocurrido. Deberían prestar sus testimonios y confiar en que la CPI actuará en interés de la justicia.
¿Cómo valora la participación de las ONG en este proceso?
Creo que la implicación de las ONG es vital y espero que haya buenas relaciones entre la CPI y la sociedad civil presente en la zona. Por supuesto, la CPI debe elegir sus propios casos pero como sabemos, porque hemos trabajado con las organizaciones de sociedad civil georgianas por muchos años, son muy competentes, han analizado los casos, tienen contactos con las víctimas, etc. Así que creo que la CPI puede beneficiarse de su trabajo y creo también que la CPI es consciente de ello. Espero que haya una buena relación de trabajo entre ellas, ya que es vital para el éxito de la investigación de Georgia.
Ponte al día con la investigación de la CPI en Georgia.
El Human Rights Center es una organización no gubernamental dedicada a la protección y promoción de los derechos humanos, el Estado de derecho y la paz en Georgia, con la firme creencia de que cualquier persona está legitimada para ejercer sus derechos políticos, civiles, económicos y culturales de forma libre y sin discriminación alguna, tal y como se garanzatiza en el derecho nacional e internacional.
Gunnar Ekeløve-Slydal es Vicesecretario General de la Norwegian Helsinki Committee, una ONG que usa el análisis, la información, la formación y el soporte democrático para garantizar que los derechos humanos sean respetados en la práctica, en particular en Europa, Asia Central y América del Norte.